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Ciertos estados emocionales, como la fatiga, hacen que comamos sin verdadero apetito. El cansancio modifica nuestra manera de comer, altera nuestro reloj interno y, por lo tanto, favorece el aumento de peso. Así pues, la falta de sueño engorda, y vamos a explicarte por qué.
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¿Por qué el cansancio puede engordar?
La falta de sueño y el aumento de peso
Estar cansado durante el día suele ser consecuencia de la falta de sueño por la noche. Numerosos estudios demuestran que la falta de sueño puede tener efectos perjudiciales para el organismo y la salud, aumentando el riesgo de hipertensión, diabetes de tipo 2 y obesidad. Si no duermes lo suficiente (menos de 6 horas por noche), engordas.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la falta de sueño es una causa deobesidad en niños y adultos. Una de las razones por las que engordamos: los cambios hormonales. Por la noche, para resistir el ayuno, nuestro metabolismo segrega la hormona de la saciedad, la leptina. Durante el día, para mantenernos despiertos, el cuerpo produce la hormona del hambre grelina. Reducir la cantidad de sueño interrumpirá estas secreciones hormonales y, en consecuencia, aumentará nuestro apetito.
Es más, cuanto más tiempo estemos despiertos, más comida ingeriremos y más picaremos. Una vigilia más prolongada aumenta el tiempo disponible para comer. Una persona que no duerma lo suficiente durante una semana tendrá dificultades para regular su apetito. Es más, si estás a dieta y no ves ningún efecto en la báscula, podrías preguntarte por la duración de tus noches. Un especialista del sueño señala que «cuando no duermes lo suficiente, pierdes más músculo que grasa». Los cambios hormonales influyen en la pérdida de grasa durante una dieta de adelgazamiento.
La fatiga y la alimentación emocional
Si dormimos poco por la noche, la fatiga aparecerá durante el día. Esta fatiga intensa o crónica tiende a provocar una alimentación emocional. De hecho, algunas personas reaccionan ante la fatiga, ya sea física o mental, de la misma manera que cuando se sienten abrumadas por sus emociones (estrés, ansiedad, depresión, ira).
Para la mayoría de nosotros, esto conduce a un deseo repentino de comer. Es lo que se conoce comoalimentación emocional. Se supone que la comida que comemos en esos momentos debe tranquilizarnos y reconfortarnos. Pero cuando estamos cansados, es más probable que busquemos alimentos más ricos y calóricos que nos reconforten, pero sobre todo que engorden. Estas ingestas de alimentos no corresponden al hambre fisiológica, sino que sirven para mejorar nuestro confort emocional. Por eso es importante darse cuenta de que dormir bien nos beneficiará y evitará que comamos compulsivamente.
La fatiga y la disminución de la actividad física
¡Entramos en un círculo vicioso! Cuando estamos cansados, no podemos hacer ejercicio porque nuestro metabolismo está agotado. Ya no tenemos energía suficiente para salir a correr, ir a una clase de fitness… o incluso dar el paseo de 30 minutos que recomiendan los profesionales de la salud.
La falta de ejercicio reduce el metabolismo y el gasto energético. Un estilo de vida sedentario favorece el aumento de peso. Por eso es vital dormir bien para tener más energía durante el día, lo que te permitirá practicar deporte, hacer ejercicio o incluso poner tu cuerpo en movimiento con más facilidad.
¿Cómo evitar coger kilos cuando estamos cansados?
¡Un estilo de vida sano para no engordar!
Dormir bien para evitar el cansancio y el aumento de peso
Cuando te sientas cansado, lo primero que debes hacer esanalizar tu sueño nocturno. Debes ser consciente de que bastan dos noches cortas para que tu cuerpo se desestabilice.
Por eso, para no engordar, ¡hay que dormir bien! He aquí un pequeño truco para saber si duermes lo suficiente: observa las horas a las que te despiertas durante la semana y los fines de semana: Si hay más de dos horas de diferencia entre el fin de semana y entre semana, no estás durmiendo lo suficiente. Durante la semana, si te cuesta despertarte por la mañana o tienes ganas de irte a dormir a primera hora de la tarde, probablemente no hayas dormido lo suficiente por la noche.
Así que asegúrate de dormir lo suficiente cada día, al menos 6 horas por noche. Restablece una buena higiene del sueño: adopta horarios fijos para acostarte y levantarte, evita las pantallas 30 minutos antes de acostarte y evita los estimulantes después de las 16 h.
Si sufres problemas de sueño (insomnio, dificultad para conciliar el sueño, etc.), no dudes en consultar a un especialista. También puedes optar por sesiones de fototerapia en casa. La fototerapia es una solución natural, eficaz y sin efectos secundarios. Te dará más energía durante el día, te ayudará a combatir la fatiga y a dormir mejor.
Comer bien y moverse para no engordar, aunque estemos cansados
Cuando estás cansado, lo mejor es seguir una dieta sana y equilibrada para evitar acumular kilos. Es importante que te centres en alimentos antifatiga: frutas y verduras ricas en vitamina C, pescado azul, verduras de hoja verde, semillas oleaginosas, frutos secos como las bayas de goji, etc., que te ayudarán a combatir los bajos niveles de energía.
En cuanto al ejercicio físico, favorecerá la producción y liberación de hormonas y neurotransmisores como la dopamina, la endorfina, la noradrenalina y la testosterona, que te ayudarán a combatir la fatiga gracias a su efecto euforizante, energizante y relajante. El ejercicio físico de intensidad moderada tendrá un efecto estimulante y de bienestar sobre tu cuerpo y tu peso. Además, el deporte también te ayuda a dormir bien si lo haces entre 2 y 4 horas antes de acostarte.
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